Solo el el 5% de las empresas o startups sobreviven después de su cuarto año de existencia.
El sacrificio de los fundadores es un tema que a menudo se pasa por alto o se subestima. Crear una empresa es como dar a luz a un bebé, requiere mucho esfuerzo, tiempo y recursos. Sin embargo, a diferencia de un bebé, una empresa no tiene garantizada la supervivencia. Las estadísticas muestran que sólo el 5% de las empresas o startups sobreviven después de su cuarto año de existencia. Esto significa que los fundadores de una nueva empresa deben estar dispuestos a hacer sacrificios importantes si quieren que su negocio tenga éxito.
Uno de los sacrificios que deben hacer los fundadores es dejar atrás sus zonas de confort. Crear una nueva empresa no es una tarea fácil, y requiere mucho trabajo duro. Esto significa que los fundadores deben estar dispuestos a trabajar muchas horas, incluso los fines de semana, para garantizar el éxito de su empresa. También deben estar dispuestos a renunciar a su vida social y a su tiempo personal para centrarse en su negocio.
Otro sacrificio que deben hacer los fundadores es enfrentarse a altos niveles de ansiedad. Crear una empresa es una empresa arriesgada, y siempre existe la posibilidad de fracasar. Esta incertidumbre puede provocar niveles significativos de estrés y ansiedad, que pueden resultar abrumadores. Los fundadores deben ser capaces de gestionar sus emociones y mantenerse centrados en sus objetivos, incluso ante la adversidad.
En cuanto a las asociaciones, los fundadores deben estar dispuestos a sacrificar lo que puedan y no esperar que sus socios hagan los mismos sacrificios. Por ejemplo, si uno de los fundadores tiene más dinero para invertir en la empresa, el otro puede tener que sacrificarse en otras áreas, como el tiempo o los recursos. Es importante que los fundadores trabajen juntos y se apoyen mutuamente en sus sacrificios individuales para garantizar el éxito de la empresa.
La incertidumbre de fracasar puede provocar niveles significativos de estrés y ansiedad, que pueden resultar abrumadores. Los fundadores deben ser capaces de gestionar sus emociones y mantenerse centrados en sus objetivos, incluso ante la adversidad
Por último, el equipo fundador debe centrarse al 100% en el éxito de la empresa. Esto significa dejar a un lado los objetivos y prioridades personales y trabajar por una visión compartida. Es importante que todos los miembros del equipo estén alineados y comprometidos con el mismo objetivo, ya que así aumentarán las posibilidades de éxito.
En conclusión, poner en marcha una empresa exige sacrificios importantes por parte del equipo fundador. Deben estar dispuestos a renunciar a sus zonas de confort, afrontar altos niveles de ansiedad, hacer sacrificios personales y mantenerse centrados en sus objetivos. Sin embargo, si se hacen correctamente, estos sacrificios pueden conducir a grandes recompensas y a la creación de una empresa de éxito.
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